Las complejidades de las organizaciones actuales las hacen algo difíciles de describir. La creciente agitación del entorno ha creado una atmósfera de cambio e incertidumbre que exige nuevas capacidades y un nuevo plan. En la actualidad, para aprovechar los cambios en el entorno dinámico del mundo, el management ha entrado en la arena de la vida con toda su fuerza y ha buscado nuevas y nuevas formas de responder a los retos ambientales y no ambientales. Uno de los principales cambios que se han producido en la gestión es el cambio de actitud hacia la organización. Hasta hace unas décadas, se pensaba que las organizaciones eran herramientas racionales para crear coordinación y control de las personas en la consecución de los objetivos que tienen niveles verticales de secciones, partes y unidades basadas en las relaciones de poder, pero nuestros gestores de hoy prestan atención a las cuestiones humanas y al progreso a la sombra de la satisfacción. Los empleados y los clientes expresan que todos ellos representan un gran movimiento en la dirección de establecer la cultura de la calidad en las organizaciones. El establecimiento de su cultura de la calidad comienza con la elección consciente de una filosofía de gestión adecuada a las condiciones de la organización.
